Siniestra danza
que obstaculizas el objetivo
ante el paso esquivo
de la equivocación ciega.
Niebla muda se tercia
leve resplandor fino
de la mano inalcanzable
del apresurado camino.
Entorno distante
sonido y silencio arrecian
en el descenso
de su roce lejano,
cual voz del alma
andante y errante.
Tactos a tientas
palabras que apuntan
a sonrisas hambrientas,
destellos que abruman
la noche sin luna.
Cortinas:
en un correr de miradas
sobre las tablas
se vierte una rima,
donde su luz asonada
retumba por sus rendijas.
Mgig
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